Puerto Real llora la pérdida de uno de sus grandes símbolos deportivos. Manuel Arca, histórico futbolista verdiblanco y figura muy querida en la localidad, ha fallecido este sábado dejando tras de sí un legado imborrable en el fútbol portorrealeño y en toda la provincia. Su nombre quedó grabado en la historia del Puerto Real C.F., pero también en la memoria colectiva de generaciones que crecieron admirando su talento, su humildad y su amor por el deporte.
De los primeros toques en el “Avecrem” a las categorías del Sevilla
Nacido en Puerto Real, Manuel Arca dio sus primeros pasos en el mundo del fútbol en un modesto equipo local conocido como Avecrem, dirigido por Antoñín Salcini. En aquel conjunto, que contaba con jóvenes promesas como Jesusín González o Paco “Gallego”, Arca empezó a mostrar el olfato goleador y la entrega que le acompañarían toda su carrera.
Tras su paso por el Recreativo de Acción Católica y la Unión Deportiva Portorrealeña, donde jugó entre los 13 y 16 años, su proyección llamó la atención del Sevilla C.F., que lo incorporó a su cantera en la temporada 1960/61. Con el Sevilla Juvenil, compartió vestuario con su paisano Francisco Fernández «Paco Gallego» y llegó a proclamarse subcampeón de España, cayendo solo ante el Valencia en la final.
Orgullo verdiblanco: su etapa en el Puerto Real C.F.
El gran salto de Arca se produjo con su cesión al Puerto Real C.F. en la temporada 61/62, cuando apenas tenía 18 años. Pronto se ganó el cariño de la afición del Sancho Dávila, destacando por su capacidad goleadora y por su entrega en cada partido. En su primera campaña con los verdiblancos, firmó un gol histórico ante el Portuense, compartiendo protagonismo con otro ilustre portorrealeño, Antonio Gómez “Henry”.
Durante tres temporadas fue pieza clave del equipo, hasta que en 1964 fichó por el Atlético Sanluqueño, con el que logró el ascenso a Tercera División. Más tarde vistió las camisetas del San Fernando y del C.D. Rota, donde volvió a dejar su sello de delantero eficaz y compañero ejemplar.
El regreso del ídolo y una carrera de entrega
El regreso de Manolo Arca al Puerto Real C.F. se produjo en la temporada 71/72, y no pudo tener mejor estreno: marcó dos goles al Puente Genil en la segunda jornada de liga. Ya en la treintena, demostró que la edad no era obstáculo para seguir siendo decisivo. Durante tres temporadas lideró el ataque verdiblanco con veteranía y temple, convirtiéndose en un referente dentro y fuera del campo.
Su retirada como jugador llegó en la campaña 73/74, cuando cedió el testigo a una nueva generación encabezada por Antonio Rey y el isleño Joaqui. Sin embargo, su vínculo con el club no terminó ahí: tras colgar las botas, Arca se incorporó a la directiva del Puerto Real C.F., continuando su compromiso con el fútbol local desde los despachos.
Un hombre querido y respetado
Más allá de los goles y los ascensos, Manuel Arca fue un símbolo del deporte de Puerto Real, un hombre cercano, querido por sus compañeros y recordado por su eterna sonrisa. Fue parte de una generación dorada que llevó el nombre de la Villa a los estadios de toda Andalucía y que sembró la pasión por el fútbol en el corazón de su pueblo.
Su nombre permanecerá ligado para siempre a la historia del club y a los valores del deporte local: esfuerzo, humildad y amor por la camiseta.