La crisis interna que atraviesa el Ayuntamiento de Puerto Real continúa generando consecuencias en distintos ámbitos de la vida municipal. A los problemas derivados de los impagos y bloqueos en el pago de horas extra a los trabajadores municipales, se suma ahora el malestar de los monitores de talleres culturales, deportivos y artísticos, que denuncian una “situación de abandono absoluto” por parte del consistorio.
Uno de los testimonios más representativos es el de Salvador Esteban, vecino del Río San Pedro y profesor de baile, quien ha hecho pública en sus redes sociales la falta de respuesta municipal ante el cierre del Centro Cívico de la barriada, situado en la Avenida de la Bahía. Este edificio, clave para la vida social y formativa del barrio, permanece cerrado desde hace semanas, impidiendo el desarrollo de numerosas actividades vecinales.
“Nos sentimos abandonados”, asegura Esteban, que lamenta que el Ayuntamiento “no haya ofrecido ninguna alternativa” para poder continuar las clases. El centro acoge habitualmente talleres de baile, pilates, manualidades o costura, además de una biblioteca, una sala de informática y un espacio de estudio para jóvenes y opositores. Su cierre ha provocado que muchas personas se den de baja de los cursos, mientras otras buscan lugares privados donde continuar con sus actividades.
La situación de los monitores se agrava por la falta de información y coordinación institucional, un problema que se repite en distintos servicios municipales. Los profesionales afectados denuncian que la inestabilidad del Ayuntamiento, marcada por los reiterados reparos de la intervención municipal, está afectando no solo al personal, sino también a la ciudadanía que depende de estos programas socioculturales.
El caso del Centro Cívico del Río San Pedro es un reflejo de una crisis más amplia: una parálisis en la gestión municipal que ha dejado en el aire servicios básicos, actividades culturales y programas vecinales que durante años habían contribuido a dinamizar la vida local.
Los monitores y vecinos afectados reclaman una respuesta urgente y soluciones estructurales, advirtiendo que cada semana sin actividad supone “una pérdida de participación, confianza y oportunidades” para los vecinos de Puerto Real.





