El 4D es un día simbólico para todos los que lo vivieron, pero también para los que nos lo han contado. Hablar sobre el 4D es hablar de rebeldía, dignidad, identidad, y sobre todo conciencia nacional/pueblo. Andalucía alzó la voz para reclamar lo que le pertenecía, y el golpe de Estado que posteriormente desencadena en la Guerra Civil les había arrebatado. Así pues, lo que en un principio era una manifestación sin más, no lo sería, ya que las calles de las ciudades andaluzas se llenaron de gente portando la bandera blanquiverde que tanto tiempo había estado escondida. Un arrebato de identidad emanado de un pueblo que gritaba a los cuatro vientos que existía, tenía símbolos, tenía cultura, tenía identidad y sobre todo tenía dignidad.
No será el que les escribe el que no le satisfaga tal acontecimiento histórico de tal calado. El hecho de que se origine al calor de las clases populares es de lo más emocionante que como andaluz debemos tener, no existía otro color que no fuera el que nos identificara a todos, el blanco y el verde fusionados, mostraba una seña de identidad que como andaluz nos representaba. Además, ese grito de: BASTA YA (de tanta explotación, expolio, subdesarrollo, paro y precariedad) es de los mayores orgullos que un andaluz puede tener en su memoria.
Sin embargo, como historiador y divulgador de la Historia, debo recordar, que no TODOS se enorgullecían de la bandera, que no todos querían a la verdiblanca, que no todos veían a esta región como libre y soberana con derechos como pueblo. Desde los postulados más conservadores, herederos del régimen anterior fueron los mayores enemigos que JAMÁS tuvo este pueblo. Primero, porque fueron los que rompieron la paz y con su sublevación acabaron con la posibilidad de conseguir una autonomía plena, pero sobre todo, en segundo lugar, porque fueron desde estos posicionamientos derechistas conservadores y centralistas los que nunca quisieron una Andalucía libre y soberana.
Que la derecha de este país enarbole la bandera de Andalucía es una vergüenza para la historia reciente de esta nación, ya que fueron los propulsores del NO tanto al referéndum como los que abogaron por el NO a la descentralización del Estado, como NO a identificar a nuestro pueblo con sus señas de identidad, como herederos del régimen que nos hizo esconderla durante 40 años. Que Juanma Moreno se invente una festividad para edulcorarse políticamente es ser un desmemoriado con un interés partidista, pero sin razón ninguna, simplemente brindis al sol para una ciudadanía que mira el envoltorio sin valorar el contenido. Es un despropósito, que carece de legitimidad alguna, pero que de cara a la galería sienta muy bien.
Un poco de memoria ante tanta parafernalia, bandera y barniz andaluz que si Caparrós levantara la cabeza y viera a los herederos/defensores de los que no hicieron caso y no pusieron la bandera en la Diputación de Málaga, enarbolándola y creando una fiesta para conmemorarla, no sé que haría, pero gracia seguro que no le hacía.
Ante la desfachatez derechista, simplemente hay que tener una cosa: MEMORIA HISTÓRICA.
¡Viva Andalucía libre!





