Antes, hasta hace muy poco tiempo, los vecinos y vecinas tenían como prioridad la
valoración social de los principios de libertad y la igualdad, hoy se ha unido a ellos la
seguridad, incluso superándolos. Vivimos en una sociedad con miedo, diría que excesivo e
incluso injustificado en muchas ocasiones. Así podemos leer, como se critica el derecho
penal garantista, un logro de nuestra democracia, por asegurar la seguridad ciudadana o
personal. Para mí hay que mantener equilibrio entre todo, el desequilibrio produce siempre
mayores injusticias.
La seguridad ciudadana en los municipios es responsabilidad de los alcaldes, para ello
tienen incluso su propia Junta Local de Seguridad, donde cuentan incluso con representantes de los cuerpos policiales estatales y de otros cuerpos de otras
administraciones públicas, pero principalmente tiene un cuerpo propio, la Policía Local. Su
autoridad máxima es la Alcaldesa, aquí en nuestra ciudad corresponde a Aurora Salvador.
En estos días estamos viendo el grave abandono de la policía local, llegando al extremo del
cierre de la Comisaría por falta de personal, algo alucinante, pues es dejar de cumplir una
de las obligaciones de todos los Ayuntamientos, por tanto, es un servicio público obligado
por la normativa local, el asegurar y preveer la seguridad ciudadanas. Esto traducido a la
calle es el pasar de la tranquilidad y la paz, pues al primero en avisar cuando pasa
cualquier incidencia es la Policía Local, eso es seguridad ciudadana. Esto refleja una
gestión, aquí también, nefasta sin capacidad de planificar mínimamente y de negociar para
evitar el estallido del problema.
Aquí no hablamos de represión, hablamos de ayuda los vecinos, de una sensación de
tranquilidad, etc. Es verdad que la Policía Nacional cubre todo lo grave, pero este cuerpo
también tiene sus problemas propios de efectivos y de aumento de la criminalidad en la
costa. Recordemos la ciudad de Puerto Real no tiene una comisaria propia de la Policía
Nacional, con todos sus servicios.
Este no es tema baladí, se aprecia falta de cintura, uso término futbolístico, para la
resolución rápida de este problema y de otros. Lo malo es que no es el único problema con
el personal del Ayuntamiento y no hay agilidad en sus resoluciones, entre otras cosas por la falta de diálogo y credibilidad que se ha ganado el Equipo de Gobierno.
Espero que no pase nada mientras dura esta situación, pero si el destino es adverso ¿quién
es el responsable?, pues la máxima autoridad es la alcaldesa Aurora Salvador, esto es
claro.