La Hermandad de la Resurrección de Puerto Real vivió el pasado 23 de noviembre, coincidiendo con la festividad de Cristo Rey, una jornada histórica con la bendición de María Santísima de la Aurora, nueva titular mariana de la corporación.
El acto, celebrado en la Prioral de San Sebastián, reunió a numerosos fieles, hermanos y representantes del mundo cofrade local que quisieron acompañar a la hermandad en este momento tan señalado. La ceremonia, solemne y emotiva, supone un hito para esta joven corporación de gloria y penitencia.
La imagen, ejecutada en madera de cedro real y policromada al óleo, cuenta con una altura de 170 centímetros y presenta una esmerada factura artística. Está dotada de ojos de cristal, pestañas de pelo natural en los párpados superiores, dentadura realizada por un protésico dental y una lágrima de cristal que realza la fuerza expresiva del rostro.
El imaginero Eduardo Sánchez Aranda ha explicado que, con esta dolorosa, ha querido transmitir «el momento que contempla a su Hijo con vida, tras haber atravesado el desgarrador martirio en la cruz, manifestando en su rostro serenidad y dulzura».
Por ello, la talla muestra una fisonomía en la que se mezclan la serenidad, la dulzura y una profunda humanidad, acorde con el mensaje de luz y esperanza que desea transmitir la Hermandad de la Resurrección.
Con su bendición, María Santísima de la Aurora pasa a formar parte del patrimonio devocional de Puerto Real, convirtiéndose en nueva referencia mariana para los fieles y en pieza clave del proyecto espiritual de la hermandad.






