Es realmente difícil hacer una columna de opinión cuando, día tras día, ves una gestión municipal que roza el ostracismo.
Una sucesión de hechos y realidades que más bien parecen, en ocasiones continuadas, una película que podría haber protagonizado Groucho Marx.
Entiendo que los trabajadores municipales estén en sus justas reivindicaciones laborales. Pero lo que nunca entenderé es que el político, ese que está ahí cuatro años para -se supone- gestionar y mejorar nuestro pueblo, se preocupe más de sus cosas que de dejarlo todo empantanado y “ya vendrá alguno y lo arreglará”.
Que nuestros políticos se tomen vacaciones no debería ser noticia. Siempre y cuando, todo esté en orden y organizado tal y como se le exige. Y no empantanado. Es más, tienen sus derechos como trabajadores. Aún recuerdo a algún Edil diciendo, hace años, que en su cargo apenas había cogido vacaciones. Cada uno/a se toma su responsabilidad como quiere.
Se puede estar más o menos de acuerdo, pero en lo que sí estoy seguro es que no recuerdo a ediles irse de vacaciones sin haber dejado todo atado antes en sus respectivas áreas.
En Puerto Real ahora mismo hay muchas carencias y marrones que los técnicos municipales han tenido que solventar sin el político de turno porque “se han ido de vacaciones”. Quizás, alguna o alguno quiere aprovechar esos sueldos que ahora tienen y que nunca tuvieron antes para ver mundo y a los ciudadanos, ¡que les den!.
Entiendo que hay ciudades preciosas en Europa como Londres, o lugares muy bonitos como Corfu, etc. que a todo el mundo le encantaría disfrutar. Pero, como me enseñaron en casa y me recalcaron en la escuela, para poder tener derechos primero hay que cumplir con los deberes y responsabilidades, y no al revés.